6 de junio de 2008

Textos Historia de Asia 2008 (10 y 11)

UCV
Escuela de HISTORIA
HISTORIA DE ASIA.10




“...El universo era una nebulosa caótica y embrionaria que tenía la forma de un gran huevo. Allí dormía apacible y tranquilo, un gigante llamado Pan Gu. Al cabo de dieciocho mil años, el gigante se despertó. Encolerizado porque en derredor suyo reinaban las tinieblas, sacudió sus brazos, vigorosos como el hierro, para separarlas (...). Las tinieblas y el caos se disiparon para siempre, pero Pan Gu agotó todas sus energías y murió extenuado poco más tarde (...). sin embargo, como hecho muy extraño, en el momento de su muerte, su cuerpo sufrió una metamorfosis repentina, dando origen a todo lo que nos rodea... su ojo izquierdo se transformó en un sol brillante, y, el derecho, en una hermosa luna; sus cabellos y la barba dieron origen a incontables estrellas. Sus cuatro extremidades y el tronco dieron principio a los cuatro puntos cardinales y a las cinco grandes montañas sagradas. De su sangre brotaron enormes y tumultuosos ríos y sus tendones se transmutaron en amplios caminos dispuestos en todas las direcciones...”.


Binjie, Ch., Relatos Mitológicos de la Antigua China, Miraguano edic., Madrid, 1992, pp. 7-9.
UCV
Escuela de HISTORIA
HISTORIA DE ASIA.12


“... En verdad, había necesidad de un gran ser que fuera el más inteligente, capaz de labrar la tierra y, en último término, gobernar y guiar a todas las criaturas que se hallaban bajo el cielo (...). Después de meditar el asunto, Nü Wa se puso en cuclillas y tomó un puñado de arcilla, la que empezó a modelar a su imagen y semejanza. De este modo creó unas pequeñas figuras que podían sostenerse erguidas, caminar y hablar (...). Nü Wa quiso entonces que se propagara la especie, para lo cual les enseñó a los eres humanos a contraer matrimonio, animándolos a que se amaran, engendraran hijos y fundaran familias. Habían transcurrido ya muchos años... cuando se produjo un hecho insólito: Gong Gong, el dios del agua, y Zhu Rong, el dios del fuego, se trenzaron en un combate encarnizado, a causa del cual se desplomó el cielo y la tierra dio un vuelco. Los seres humanos sufrieron por ello una catástrofe que casi los extermina...”.


Binjie, Chu, Relatos Mitológicos de la Antigua China, Miraguano edic., Madrid, 1992, pp. 11-13.
Prof. Julio López Saco

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