10 de septiembre de 2017

La Edad del Bronce en Chipre







Imágenes, de arriba hacia abajo: un askos zoomórfico en terracota. Chipriota Medio III, 1700-1600 a.e.c.; bol de cerámica deslizante blanco. Museo Británico, Londres; una cerámica de base anillada. Chipriota Tardío; una crátera de terracota con un carro. Micénico, del Heládico Tardío IIIB, hacia 1300-1250 a.e.c.; ídolo en cerámica roja pulida. Cultura Philia, hacia 2100 a.e.c. y finalmente; un ídolo en terracota. Chipriota Antiguo, hacia 2700 a.e.c.

La tecnología propia adecuada al trabajo de los metales debió llegar a Chipre introducida por nuevas poblaciones llegadas de ultramar, probablemente procedentes de Anatolia, que huirían de las perturbaciones que marcaron el final de la Edad del Bronce en la región, hacia 2300 a.e.c. Pudieron verse atraídas por los depósitos de cobre de la isla. Se asentaron en los valles ribereños, cerca del mar y en los confines occidentales de las montañas Kyrenia. Además de herramientas y armas, los una vez asentados representantes del Chipriota Antiguo, trajeron consigo nuevas costumbres funerarias y novedosos tipos cerámicos, en concreto, una cerámica roja pulida, cuya mayoría de ejemplares estaban sin decorar, aunque algunos muestran patrones lineales incisos.
Las fases del período chipriota antiguo se establecen en función de los cambios en la cerámica. El sitio mejor conocido del Chipriota Antiguo I es el cementerio de Vounous, más allá de las llanuras costeras fértiles de Kyrenia. Sin embargo, es muy probable que el Chipriota Antiguo no sea el estado cultural más arcaico. La cultura Philia (en la región del valle del Ovgos) parece más antigua, pues produjo objetos de cobre, así como cerámica que precede al material más antiguo encontrado en Vounous.
Las excavaciones en Vounous han recuperado una serie de grupos de tumbas que pertenecen no solamente al Chipriota Antiguo, sino al conjunto del Chipriota Antiguo y Medio. Las formas de las vasijas para contenían productos, sobre todo jarras y ánforas, fueron variando. En el Chipriota Antiguo III el uso de ornamentos incisos se hizo más común y los patrones más intrincados. Una cerámica pulida negra se hizo popular en el Chipriota Antiguo III. Las vasijas son ahora más pequeñas y de modo invariable llevan patrones incisos. Además, se hacen normales las figuras de animales, como serpientes y pájaros, en forma de relieves sobre las vasijas; incluso las figuras humanas también aparecen, como las halladas en las tumbas del Chipriota Antiguo III en Lapithos.
La distribución más o menos extensa de sitios del Chipriota Antiguo III sugiere una cierta expansión territorial. Un yacimiento excavado en Alambra, en Chipre central, ha revelado una casa de dos habitaciones, con un patio y cercas para los animales domésticos.
Un cierto conocimiento de las actividades cotidianas de los chipriotas del período Antiguo puede adquirirse de una serie de modelos cerámicos encontrados en las tumbas en Vounous y en otras localidades. Es el caso de modelos de género que muestran hombres arando con bueyes, adoradores con sus ofrendas en santuarios al aire libre, o de una completo cercado sacro en el que se pueden observar animales en corrales listos para ser ofrecidos a los dioses, cuyas imágenes aparecen modeladas sobre los muros. También existen ejemplos de oficiantes, sentados o de pie, así como de adoradores. Algunas de estas escenas de género, en relieve o en figuras exentas, decoran cuencos o jarras. Hay representaciones de mujeres limpiando maíz, haciendo pan o libando líquidos, así como de hombres atendiendo animales o trabajando la tierra.
Antes del final del período Chipriota Antiguo hubo clara evidencia de un comercio ocasional entre Chipre y la región Sirio-Palestina, Creta y Egipto. Ejemplos notables son los hallazgos de una vasija pintada del Minoico Antiguo III en la tumba de Lapithos, datada en el Chipriota Antiguo III, o la copa de Camares, del Minoico Medio I, que apareció en la tumba de Karmi (Chipriota Medio I). Tales hallazgos indicarían que el fin del Chirpiota Antiguo III se habría producido en torno a 2000 a.e.c.
La principal distinción entre el Cipriota Antiguo III y el Medio I es la aparición de cerámica con ornamentos pintados (cerámica pintada en blanco). Sin embargo, la cerámica pulida roja continuó presente a través del período Chipriota Medio. El conocimiento del período chipriota medio depende casi exclusivamente de la evidencia hallada en cementerios. En el sitio de Kalopsidha se encontró una casa con diez habitaciones, y que incluía, además, graneros, talleres y un patio, lo cual revela un complejo mucho más sofisticado que la casa simple de dos habitaciones del yacimiento del Chipriota III de Alambra. 
El período Chipriota Medio no parece que hubiera sido pacífico, a juzgar por la profusión de armas encontradas en los sitios de enterramiento y de las fortificaciones de varios lugares de ocupación.  Muchos de los los sitios fortificados están muy alejados de la costa, lo cual supone que no fueron erigidos como protección de enemigos que procedieran desde el mar. Parece más probable que la isla estuviese pasando por una etapa de desunión en buena parte del período Chipriota Medio.
En esta etapa se produce un incremento de de los contactos de la isla con sus vecinos de ultramar. Durante el período Chipriota Medio III, en particular, los bienes chipriotas, en especial la cerámica, se desplazó hacia el área Sirio-Palestina, en tanto que muchos objetos hechos en esa región, así como en Anatolia, se han encontrado en Chipre. El cobre debió haber sido un elemento relevante en este contacto mercantil. Un buen número de las ricas ciudades del período Chipriota Tardío debieron sus fundaciones a estos movimientos comerciales, un hecho que ilustra, de paso, el fin del aislamiento de la isla en relación a sus vecinos, así como el primer paso hacia la pérdida del carácter chipriota. Existen, no obstante, atisbos de regionalismo, lo cual se observa, preferentemente, en el Chipre oriental, en particular en lo tocante a la cerámica roja sobre blanco (vasijas cubiertas de un enlucido blanco con varios patrones lineales simples añadidos en pintura roja).
El comienzo del período Chipriota Tardío se ubica, cronológicamente hablando, en el siglo XVI a.e.c. Se divide en tres etapas principales y diversas subfases, que permanecieron activas durante cinco siglos. Se observa un incremento de la participación de la isla en el comercio y la política internacional. Ahora, las influencias foráneas prácticamente extinguen los elementos propios culturales distintivos. El período comienza sin cambios dramáticos en lo referente a la cultura material.
El período Chipriota Tardío I no debió haber sido tranquilo, pues las fortalezas permanecieron en uso y algunas de ellas sufrieron daños y destrucción. Además, las tumbas, tanto en el este como en el occidente de la isla, contienen masas de inhumaciones, lo que puede implicar consecuencias de operaciones de guerra, aunque también una epidemia letal. Tal vez por la inestabilidad hubo pocas innovaciones en la cultura material en este período I. Hubo pocos avances técnicos en la metalurgia, mientras que mucha cerámica siguió siendo hecha a mano, según las tradiciones anteriores.
Sin embargo, el comienzo del período Chipriota Tardío es marcado por dos relevantes nuevas manufacturas de cerámica. Una de ellas es la cerámica de base anillar. Es hecha a mano, producida con esmero. Las piezas tienen unas paredes extremadamente finas. Es una cerámica cocida a muy altas temperaturas. Se cubría con una delgada y pulida capa marrón oscura y, a menudo, las vasijas iban decoradas en relieve. Muchas de estas piezas fueron exportadas desde Chipre al Levante y al Egipto de la Dinastía XVIII. La otra es la cerámica de deslizante blanco, cuya decoración es lineal, con uso de pintura naranja, negra o marrón. Incluso en algunos ejemplos se empleó un esquema bicolor.
Desde el período Chipriota Antiguo, algunos chipriotas tuvieron la oportunidad de escribir y de leer.  Los contactos regulares con sus cercanos vecinos continentales les pudieron haber enseñado las ventajas de la escritura. Se ha hablado de un sistema chipriota propio, con semejanzas con la escritura silábica de la Creta minoica (el chipro-minoico). Esta escritura ha sido hallada en la forma de textos continuos sobre tablillas de arcilla, cuyos ejemplos más antiguos se descubrieron en Enkomi y datan de 1500 a.e.c., y también en la forma de breves inscripciones incisas, pintada sobre vasijas cerámicas, impresa en objetos de metal o incluida en el diseño de sellos de piedra.  No ha habido, hasta la fecha, un desciframiento satisfactorio de este tipo de escritura. Lo único que parece evidente es que pudo tener una influencia próximo-oriental.
Aunque las tablillas más antiguas conocidas se descubrieron en Enkomi, algunos estiletes en hueso, probablemente empleados en la escritura, fueron hallados en Kouklia (Paleo Paphos) y en Hala Sultan Tekke (en las proximidades de Larnaka). En consecuencia, parece factible que una literatura, aunque limitada, estuviese generalizada, al menos en las ciudades principales. 
Los sellos cerámicos, habían estado en uso desde hacía largo tiempo en el Próximo Oriente. Servían para identificar a los dueños de alguna mercancía o una cierta propiedad, para suscribir contratos o autorizar acciones en las sociedades en las que solamente un  pequeño grupo de administradores privilegiados podían leer y escribir. Un buen número de sellos en forma de cilindro fueron traídos a Chipre desde el Próximo Oriente ya desde el período Chipriota Tardío. Incluso surgió una escuela de talladores de sellos chipriota cuyos trabajos reflejan los estilos de los sellos cilindro de Siria. Anteriormente, los estilos de los sellos mostraban influencias egeas. El empleo de sellos, así como el uso de la escritura, muestran la cada vez mayor participación de la isla en la sofisticada vida política y comercial de la isla en el Mediterráneo Oriental en la época de desarrollo del Reino Nuevo en Egipto (entre 1560 y 1075 a.e.c.).
Desde mediado el siglo XV a.e.c. Chipre llegó a tener una importancia mayor para la Grecia micénica. La cerámica micénica fue importada en grandes cantidades, apareciendo continuamente en asentamientos y en tumbas a lo largo del los siglos XIV y XIII a.e.c.[1] Es, de hecho, muy abundante en Enkomi, en el sureste de la isla, en lugares como Pyla, Hala Sultan y Larnaka, así como en las costas del sur, caso de los yacimientos de Maroni, Episkopi y Kouklia.
La riqueza, fruto de estos intercambios, se incrementó en Chipre. Los objetos de lujo, de plata y oro o en materiales exóticos como calcita, marfil, fayenza, provenían de Egipto, Próximo Oriente, regiones de África y el Levante. Los chipriotas empezaron a usar estos materiales, como parece corroborarse en la banda para la frente dorada usada para cubrir los ojos del fallecido, hallada, casi con seguridad, en Enkomi. Así, un material egipcio y una influencia ornamental micénica, se unían en una artesanía elaborada en Chipre.
Durante el periodo Chipriota Tardío II, los abundantes asentamientos y necrópolis sugieren un aumento de población y un claro contraste entre las comunidades urbanas, con un fuerte elemento “industrial” en su economía (en específico el trabajo del cobre), y los asentamientos rurales, que continuaron su estilo tradicional de vida.
La creciente importancia económica de Chipre debió haber sido objeto de atención de sus vecinos europeos y asiáticos, aunque este hecho no se observa reflejado convenientemente en los textos contemporáneos. Esta irónica circunstancia podría tener su explicación en la asunción de que Chipre sea lo mismo que Alashiya. En principio, debe identificarse la isla con A/ashiya, sobre la cual existen numerosas referencias en documentos de Siria, Anatolia y Egipto. En tales fuentes, se señala que Alashiya envía cobre a Egipto a cambio de ébano, plata; comerciaba con Anatolia y Siria intercambiando cobre por bienes manufacturados. Se estaría hablando de un país con su propio rey y que, a fines del siglo XIII a.e.c. era tan importante, que tenía una flota propia.
En el siglo XII a.e.c. Chipre estuvo inmersa en las tribulaciones de sus poderosos vecinos. Además, entre otras vicisitudes, sufrió catástrofes (en torno a 1200 a.e.c.), que motivaron la destrucción de Enkomi y de otros centros mayores, lo que propició un posterior renacimiento visible en la cultura material. Es tentador conectar esos eventos con la Grecia micénica, en la que muchos grandes centros sufrieron destrucción, caso de Esparta, Pilos o la propia Micenas, a lo que siguió una diáspora parcial de la población sobreviviente. Algunos de ellos alcanzaron, sin duda, Chipre en torno a 1200. En la isla introdujeron rasgos de su cultura material. Su presencia ha sido claramente establecida, por ejemplo, en Enkomi, tal y como se desprende de la extensiva excavación del sitio, pero también hay trazas en Kouklia, Pyla, Maa, Larnaka, Sinda y Ayios Sozomenos.
La llegada de estas gentes coincidió con el desarrollo de unos nuevos y más sofisticados esquemas arquitectónicos y de técnicas de construcción.  En la industria metalúrgica, incluso, se produjo una suerte de revolución, que incluye la aparición de nuevas técnicas o el empleo de un nuevo repertorio de diseños y ornamentos, muchos de los cuales tienen sus raíces en la Grecia micénica. Los “refugiados” micénicos jugarían un papel relevante en el renacimiento chipriota del siglo XII a.e.c. No obstante, también Chipre se vería afectada por otros recién llegados, tanto desde Siria como desde Palestina.
Gracias a la cerámica se infiere que otros grupos de “refugiados” de Grecia y, tal vez, de Creta, encontraron su destino en Chipre durante el curso de la duocécima centuria. Al final del siglo se produjo, no obstante, un lento deterioro. Solamente sobrevivieron unos pocos antiguos centros urbanos, entre ellos Kouklia, Episkopi, Larnaka, Lapithos  y, quizá, también Dhali.
La transición entre el final de la Edad del Bronce Tardía (Chipriota Tardío) y el inicio de la Edad del Hierro (período Chipro-Geométrico) fue un proceso casi imperceptible, fechado en torno a 1050 a.e.c. Su principal indicador es el ligero cambio observable en el estilo de la cerámica pintada: se remplaza la cerámica pintada proto blanca por la pintada en blanco I, pues el hierro ya se conocía en la isla desde hacía más de un siglo. En cualquier caso, ese cambio no estuvo marcado por violencias y catástrofes, según se desprende del registro arqueológico del que se dispone.

Prof. Dr. Julio López Saco
UCV-UCAB. FEIAP-UGR. Septiembre de 2017.



[1] Tan grande es la cantidad de cerámica micénica en Chipre que algunos eruditos supusieron que se establecieron colonias micénicas en Chipre durante el siglo XIV a.e.c., y que la cerámica fue hecha localmente.  Sin embargo, en contra de esta apreciación se encuentra el hecho de que no existe ninguna otra indicación de la presencia de micénicos en Chipre en las centurias catorce y trece antes de la era. Lo más verosímil parece ser aceptar que la isla fue de una relevancia económica significativa para Micenas. Los micénicos buscarían afanosamente el cobre en Chipre y valorarían la isla como una escala (incluso como un intermediario) en sus otras actividades comerciales en el Próximo Oriente. Desde los puertos micénicos llegaron a Chipre muchas vasijas (hechas en factorías micénicas), sobre todo cráteras decoradas en el Estilo Pictórico, que se pintaban con procesiones de carros, pájaros y toros. Los chipriotas atesoraron estas piezas y gustaron de ser enterrados con ellas.

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